Se solucionó un problema grave, pero apareció otro: el polvo y los huecos en las calles, aseguran los moradores.

La reposición del asfalto no se ha hecho en la zona donde se hizo las zanjas para enterrar la tubería.

La calle del parque está destruida porque durante más de dos años los reboses eran constantes, indicaron los vecinos.

Pedro Mero, ciudadano, dice estar muy contento con los trabajos ya que “al fin las calles permanecerán sin aguas negras, pero ahora el polvo los afecta a diario”.  

Las otras calles y avenidas cercanas a la zona también requieren ser repavimentadas, pues hay muchos huecos, dijo Mario Roldán, conductor. <