Causa estupor y asombro que jueces y magistrados que justa o injustamente no aprobaron la valoración a la que fueron sometidos, conjuntamente con los alternos o “golondrinas “esos que entraron por la ventana, de quienes no se hace público sus notas y por ende se desconoce su rendimiento, que orondos y muy cómodos ellos sigan administrando justicia, emitiendo dictámenes o resoluciones en temas de gran trascendencia para los interesados y para la justicia..

Y podría darse el caso que en muchos de los no aptos por ahora en razón de haber sido reprobados en la valoración, o de los beneficiados a dedo, “golondrinas” muchos de ellos, casualmente por su situación sud judice en que se encuentren no estén revestidos de la necesaria imparcialidad que requiere un magistrado para dictar una resolución o sentencia justa e imparcial. O que, dictado que fuere su fallo, este genere una natural desconfianza o suspicacia.

Para otros en cambio se corre el riesgo de que mantener en sus puestos a los magistrados reprobados en la valoración a las que fueron sometidas, fundamentados en el derecho de que su nota final no se encuentra en firme y ha sido objeto de una impugnación o pedido de revocatoria al ente emisor, constituye esto un desacierto que pudo evitarse,

¿Qué pasaría de ser cierto el hecho de que la Jueza que dicto el fallo condenatorio a los autores del libro “El Gran Hermano” no aprobó la valoración, y su pedido de revocatoria fuere así mismo negado? ¿ tendría fuerza legal esa sentencia? Estos sabios de la Grecia debieron determinar que por lo menos los jueces y magistrados que no aprobaron el mínimo señalado, en el uso del derecho a pedir reconsideración, pedido de revocatoria o apelación, esta sea concedida solo en efecto devolutivo.

Porque como están las cosas, para muchos de los operadores “golondrinas” no ha pasado nada, sigue el festín de los fallos; y ahora que han palpado que sus puestos están en el listado de los sometidos a concurso, es decir, a pelear el puesto en base a capacidad, merito, sagacidad, y sobre todo, palancas, todo puede suceder.

Por todo esto que se está dando en el sistema, con hechos a la vista de todo un país, es que creemos que el verdadero cambio hasta ahora no se da.<