La tasa de interés varía entre el 7 y 9%, acorde al plazo y cantidad del crédito. Para proyectos de industrialización los préstamos oscilan entre USD 50 mil hasta USD 25 millones.

Este financiamiento se enmarca en el Plan Nacional de Forestación y Reforestación que tiene como objetivos reducir la presión sobre el bosque nativo, abastecer la demanda local y generar excedentes para exportación. La meta es reforestar 1 millón de hectáreas en 20 años.

Según Wated para productores pequeños la CFN creó un fondo de USD 5 millones para desarrollar plantaciones en áreas comunales “la idea es que una vez que obtengan rentabilidad, los comuneros se conviertan en empresarios forestales”, indicó.

“El periodo de gracia dependerá del tipo de madera sembrada. Por ejemplo, la balsa que se produce al quinto año, podrán cancelar el préstamo más los intereses después de ese periodo. En el caso de la teca, los primeros 10 años la CFN asume todo el financiamiento y en adelante el empresario cancela cierto nivel de intereses y a los 20 años el capital”, explicó Wated.

Además, el programa integra planes de agroforestería; es decir incluye a personas con plantaciones agrícolas que deseen implementar producción de madera en sus haciendas. “En estos casos la CFN reducirá un punto porcentual en la tasa de interés del préstamo”.

Wated dijo que cuentan con fondos ilimitados para financiar proyectos de hasta 10 años y un programa de USD 25 millones para créditos que van desde los 10 hasta los 25 años. Desde el segundo semestre del 2011 la CFN entregó créditos por USD 1,5 millones en proyectos forestales, acompañado de asesoría técnica.

Por su parte, el empresario forestal Eduardo Falques, aseguró que “el concepto que una inversión forestal es a largo plazo está cambiando porque ahora se puede vender las plantaciones sin necesidad de esperar la obtención de la madera. Considero que los incentivos que entrega la CFN son pioneros y aportarán para el desarrollo de la actividad”.

Actualmente en Ecuador existen 200 mil hectáreas sembradas, en la región Costa se cultiva balsa, teca, melina y pachaco; mientras que en la Sierra, pino y eucalipto. Esta producción no alcanza a cubrir la demanda local por lo cual un gran porcentaje de madera se importa de países industrializados como China.