Moreira agrega que la delincuencia en el lugar es intolerable. "Los delincuentes son jovencitos de aquí mismo y sus padres no los reprenden", dijo. Explicó que tiene tres hijos: de 7,9 y 14 años. "Aunque estudian cerca, en la Unidad Educativa Espíritu Santo, siempre los llevo y traigo del colegio porque temo que les pase algo", mencionó Moreira.

 

IMPLEMENTACIÓN DE UN PAI. Moreira explica que hace 8 meses, una vecina que radica ene l exterior donó un terreno  a la Policía Nacional para que esta entidad construya una UPC con la finalidad de que los asaltos disminuyan. "La policía decía que no implementaban un PAI porque no contaban con el terreno, y ahora que lo tienen buscan otras excusas", indicó.

Según Moreira, el índice delictivo que tiene esta parroquia ha provocado  también el abandono de otras entidades. "No tenemos alumbrado y los trabajadores de la SNEM no nos atienden porque ya fueron asaltados", dijo.