Precisamente, las consecuencias psicológicas en los futuros policías derivadas de ese tipo de prácticas fueron el tema de debate tras divulgarse el video en los noticieros nacionales durante la última semana. La noticia no solo provocó las reacciones casi inmediatas de las autoridades, sino fue centro de preocupación internacional según las visitas registradas en YouTube.
En esta semana, el ministro del Interior, José Serrano, confirmó que tales imágenes corresponden a actividades realizadas en noviembre de 2010 dentro del curso de formación de policías en el Centro Gustavo Noboa Berjarano de Manabí. En el video mostrado al mundo, se presenta a personal que se halla inmovilizado y es rociado, aparentemente, con gas lacrimógeno.
Según el portal del Ministerio del Interior, las investigaciones preliminares apuntan a una responsabilidad del coronel Jaime Bravo, director de ese centro, el teniente Byron Copara, el subteniente Byron Copara, el sargento Javier Cárdenas y los cabos Édgar Fuentes y Medardo Tipanluisa.
Esa Cartera informó que los uniformados serán sometidos a un consejo de disciplina e incluso se iniciarán acciones penales en su contra, ante posibles actos degradantes.
"Todas las prácticas físicas en la formación de oficiales y policías deben estar en el marco de la Ley; pueden ser rigurosas, pueden ser estrictas, incluso físicamente fuertes, pero no puede existir excesos", dijo Serrano.