Paula Villamarín, una de las herederas, manifestó que les parece imposible que estas personas de apellido Chinga, aparte de construir en terreno ajeno, se hayan atrevido a acusar a la familia Villamarín de ser invasora y de dañar la imagen de ellos, asegurando que fueron los culpables de quemar dos casas y destruir un cerramiento.
El pasado 11 de enero los integrantes de la familia Chinga denunciaron en la Comisaría Primera de Policía y Jefatura Política de Jaramijó que un grupo de personas, liderado por una mujer de apellido Villamarín, intentó invadir seis hectáreas de sus tierras, ubicadas en el sitio “La Loma de la Rafaela”.
Villamarín negó esas acusaciones y dijo que ya presentaron toda la documentación necesaria en el municipio de ese cantón y ahora los Chinga, supuestos invasores, no aparecen.
Las hijas de Juan Villamarín viven en el exterior y regresaron para solucionar el problema. El anciano está enfermo por este problema, señalaron las hijas. <