El hecho ocurrió entre el 3 y el 6 de abril del 2009 y fue denunciado por el entonces comandante del reparto, Mauricio Campuzano.
Estos artefactos se encontraban en el cementerio de chatarras de la institución y son utilizados cuando están en buen estado en aviones de combate para el lanzamiento de cohetes.

 detalle.  Hace pocos días culminó la instrucción fiscal. En la audiencia de dictamen el fiscal a cargo de la investigación, Vicente Párraga, acusará o se abstendrá de hacerlo a cinco implicados, tres de ellos militares de la Fuerza Aérea Ecuatoriana (FAE) y dos civiles.
Entre los acusados están el Sargento Limber Raúl Quijije Párraga y el suboficial Rubén Tacuri Sanmartín.
Durante la investigación, los dos se declararon inocentes del robo de los lanzacohetes denominados Matrax, y por medio de su abogado pidieron al Fiscal que se recepten las declaraciones de algunos oficiales de secciones que estaban a cargo de ese material, pero la mayoría de ellos no compareció.
En el proceso constan fotografías de varios lanzacohetes en las instalaciones de la empresa de reciclaje Rimesa, ubicada en la vía Manta-Rocafuerte
En su testimonio, Limber Quijije aparte de negar su participación en el delito que se investiga,  afirma haber visto y que se enteró de la venta directa de material bélico en calidad de chatarra.
Este material consistía en piezas de aviación, aviones de combate, motores que, según Quijije,  fueron sacados durante varios días a bordo de 8 o 10 tráilers y llevados a la empresa recicladora Rimesa.
La defensa solicitó a la fiscalía que comparezcan el excomandante de la base, Mauricio Campuzano, y el actual comandante, Gustavo Agama.
Esto para que expliquen sobre la venta de este material bélico y así establecer responsables.<