El párroco Andrew Paul O´Connor expresó su gratitud a quienes han aportado para un grupo de personas, que al otro lado del mundo, padecen una serie de necesidades.

 

Agradecido. O´Connor precisó que el éxito se debe al trabajo de las mensajeras en el área urbana y a las catequistas del campo, que entregaron a cada hogar un folleto con imágenes del sufrimiento de la gente que no cuentan ni agua para beber. 

El sistema de sectorización y de tener mensajeras para cada diez familias viene del proyecto del Mundo Mejor que la Arquidiócesis de Portoviejo está reintroduciendo después de veinte años.

“En Flavio las estructuras básicas siguen funcionando por esos veinte años y se ve como da resultados de comunión y participación. La gente sintió su unión con los sufridos y decidió ayudar solidariamente”,expresó el reverendo.

 

Aporte. En la recolección participaron niños y niñas de La Crespa, quienes hicieron alcancías envueltas en papel de regalo y pusieron una nota "Navidad de África".<