El derrumbe de tres edificios en Río de Janeiro alcanzó un balance de once muertos y al menos quince desaparecidos y causó indignación en Brasil por los indicios de negligencia que pudieron haber contribuido a la tragedia.
La cifra de desaparecidos es incierta y las autoridades calculan entre quince y veinte, en función de las notificaciones realizadas por familiares.<