“Esta liberación es un hecho de paz”, dijo el comandante de las FARC Iván Márquez.

Estos nombres se suman a los de los subintendentes de la Policía Jorge Trujillo y Jorge Humberto Romero y al sargento de la misma institución José Libardo Forero, que habían sido anunciados el 27 de diciembre pasado. 

Los seis rehenes llevan más de doce años en cautiverio y serían entregados a una misión humanitaria que dirige la ex senadora liberal Piedad Córdoba en una fecha aún no definida. 

El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) en Colombia consideró que el anuncio “es un avance importante” en el proceso de liberación, aunque se abstuvo de indicar un plazo. 

“Recibimos muy bien este anuncio por la alegría que significa para los familiares. Es un avance importante porque permite agilizar el proceso”, dijo a la AFP María Cristina Rivera, vocera del organismo humanitario que facilita la entrega de los rehenes. 

“Es muy complicado hablar de fechas, porque esto no depende sólo de nosotros. Hay pasos que aún restan, como la finalización del protocolo de seguridad”, que debe ser aprobado por las FARC, explicó. 

Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) esperan “la divulgación de los protocolos de seguridad y la puesta en funcionamiento de la comisión internacional que habrá de constatar las condiciones infrahumanas de reclusión de centenares de presos políticos”, dijo Márquez en el mensaje. 

“No cesaremos en nuestro empeño por el regreso (a Colombia) de Simón Trinidad, Iván Vargas y Sonia”, añadió Márquez, en alusión a tres comandantes de las FARC que se encuentran presos en Estados Unidos. 

El ministro de la Defensa, Juan Carlos Pinzón, declaró de su lado que “el gobierno ha venido hablando con el CICR” sobre el operativo. 

“Buscaremos que los protocolos que correspondan puedan avanzar de manera apropiada. Siempre el gobierno ha ofrecido todas las garantías, son los criminales los que no ofrecen garantías al pueblo colombiano”, dijo, al insistir en su pedido por la libertad de “todos los secuestrados”. 

Las FARC pidieron también considerar el canje de rehenes por guerrilleros presos y aseveraron que esa vía debería “elevarse a norma constitucional”. 

A la vez, advirtieron al gobierno de Santos que evite intentar algún rescate. 

A fines de noviembre, las FARC mataron a cuatro rehenes en medio de un choque con tropas militares. Un quinto secuestrado logró escapar con vida. 

Ello motivó manifestaciones masivas de rechazo a la guerrilla en las principales ciudades de Colombia. 

Las FARC, que desde 2008 han liberado unilateralmente a 20 rehenes, mantienen aún cautivos a por lo menos 11 policías y militares. 

A principios de enero, el nuevo jefe máximo de las FARC, Timoleón Jiménez “Timochenko”, divulgó un mensaje dirigido al presidente Santos en el que planteó un diálogo directo de paz. 

El mandatario colombiano ha reiterado que para entablar conversaciones con la guerrilla ésta debe cesar el secuestro, el reclutamiento de menores de edad y los atentados, como muestra de su disposición a la paz. 

Desde que Santos asumió la presidencia en 2010, las fuerzas militares han matado a su jefe militar, Jorge Briceño (Mono Jojoy), y a su máximo comandante Alfonso Cano. 

Las FARC, fundadas en 1964, cuentan en la actualidad con unos 9.000 guerrilleros.