Según informa el Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología (INGV), a ese movimiento, que se produjo a 10,3 kilómetros de profundidad, le han seguido tres réplicas en la misma zona, de entre 2,9 y 2,1 grados de magnitud, entre las 01:05 y las 8:26 hora local (00:05 y 07:26 GMT).

 

El temblor de mayor magnitud, con epicentro en Reggio Emilia, se produjo a las 9:10 hora local (8:10 GMT) y fue advertido en todo el norte del país, sobre todo en las ciudades de Milán, Turín y Verona y también en la región central de Toscana.

 

El sismo se registró a 33,2 kilómetros de profundidad en la zona geológica de la "Llanura padana emiliana" y fue seguido por otro de 2,3 grados en la misma escala en la "Llanura padana lombarda" unos veinte minutos después.

 

En Milán, ese temblor de 4,9 grados, que duró cerca de 10 segundos, se notó especialmente en los pisos más altos de los edificios y se produjeron numerosas llamadas al cuerpo de bomberos para pedir información.

 

El portavoz de los bomberos Luca Cari informó que la situación está tranquila y aunque "existe mucha confusión porque la gente está obviamente asustada" no hay daños materiales, ni personales.

 

Por el momento las autoridades italianas están efectuando el reconocimiento de las zonas en las que se han dejado sentir los temblores y algunas localidades han procedido a la evacuación de sus colegios.

 

El epicentro de ambos temblores se localizó en zonas de actividad sísmica baja, según el INGV, que precisó que los dos son episodios sísmicos diferentes y pertenecen a zonas sismológicas distintas.

 

El temblor de mayor intensidad se produjo en una zona en la que la placa Adriática se desliza por debajo de la cordillera de los Apeninos, que atraviesan la Península itálica de norte a sur, mientras que el de Verona tuvo lugar en una área donde la placa Adriática hace presión para deslizarse bajo la cordillera de los Alpes (norte de Italia).