El tribunal debería haber emitido un dictamen hoy mismo, pero el caso quedó para la nueva entidad porque el presidente de la Sala Segunda de lo Penal, Luis Quiroz, canceló la audiencia debido a la enfermedad de uno de los tres jueces encargados del caso.

 

La nueva Corte iniciará sus funciones el jueves, entre críticas de algunos opositores por la presencia de personas con supuestos vínculos con el Gobierno o con políticos oficialistas, y porque a su juicio se usó la puntuación de una entrevista personal para favorecer a varios candidatos.

 

En cambio, el Consejo de la Judicatura de Transición, encargado de la selección, ha defendido el proceso y el uso de la entrevista como medio de evaluación.

 

Correa, que acudió en persona a la audiencia, junto a algunos ministros y partidarios que abuchearon al magistrado cuando suspendió la sesión, no ocultó su enfado por la cancelación, que calificó como "una artimaña del abogado de El Universo" y "una nueva jugarreta".

 

El presidente cuestionó que "a última hora se enfermara, entre comillas, un juez", y se quejó de que no fuera reemplazado antes, si es que estaba mal.

 

Correa acusó al diario de pretender "deslegitimar" a los nuevos magistrados de la Corte Nacional, que funciona como tribunal supremo del país, pues si no le dan la razón en su opinión dirá "que son la corte de Correa y son unos vendidos".

 

Por su parte, Mónica Vargas, abogada de El Universo, dijo que Correa quería apresurar el proceso "para que esta Corte sea la que falle" y afirmó que el diario ha actuado "de acuerdo con la ley".

 

En los últimos días, los abogados de El Universo presentaron numerosas peticiones para recusar del caso a los jueces titulares de la actual Corte.

 

Organizaciones internacionales de derechos humanos y de prensa han criticado la actuación de Correa, que ven como un ataque a la libertad de expresión, en un contexto de enfrentamiento entre el mandatario y los principales medios de prensa nacionales privados.

 

El diario estadounidense The New York Times calificó hoy la demanda contra El Universo como un "asalto a la democracia", con lo que se unió a un coro de editoriales de rechazo publicados por periódicos extranjeros.

 

Por su parte, el presidente enfatizó hoy en que su meta es "acabar con las mentiras, los abusos, un poder fáctico como ha sido siempre la prensa, que ha estado acostumbrada a hacer lo que le ha dado la gana".

 

El caso gira en torno a una columna publicada por El Universo en febrero de 2011, que Correa consideró injuriosa porque decía que un futuro presidente podría enjuiciarle por haber ordenado disparar "a discreción" contra el hospital en el que se refugió durante una sublevación policial el 30 de septiembre de 2010 y del que fue sacado en medio de un tiroteo.

 

Ese día murieron 5 personas en Quito, algunas de ellas en la acción de rescate.

 

Dos tribunales inferiores dieron la razón a Correa y condenaron a tres años de prisión y una multa de 40 millones de dólares a los tres directivos del periódico y al autor del artículo de opinión.

 

Antes de suspender la sesión, Quiroz sugirió una salida negociada al caso, algo que aceptó El Universo.

 

Joffre Campaña, otro de los abogados del rotativo, afirmó la disposición "para que una mediación esté presente, sin lugar a dudas. Lo que pasa es que el diario no puede ir a una mediación en la que el presidente pide humillarse a las personas. Eso es inaceptable".

 

El Universo ofreció ayer a Correa publicar una disculpa por la columna si éste retira todas las demandas contra periodistas, hace cumplir la ley de acceso a la información pública y consulta a la Corte Interamericana de Derechos Humanos y a la ONU sobre un proyecto de Ley de Comunicación, algo que el presidente rechazó hoy.

 

"¿Cómo se pueden aceptar disculpas con condiciones?", se preguntó el mandatario, quien reiteró al mismo tiempo que si los directivos del diario "reconocen su error y piden disculpas, se acaba todo".