Tenía un minuto que había llegado a la clínica San Gregorio y conversaba por teléfono cuando una enfermera se acercó y le dijo. Rompió en llanto y le gritó a la persona al otro lado de la línea que su hijo estaba muerto. Cerró la llamada y se abrazó con varios familiares que se encontraban en el área de emergencias

Gregorio trabajaba cuando le avisaron que su hijo Miguel Antonio Rivera Cagua de 22 años había sido disparado en el barrio San Agustín.

Él llegó a la clínica y en ese lugar su hijo murió producto de los cuatro disparos que recibió: tres en el cuerpo y uno en la cabeza.

 

Lo estaban vigilando. 

El crimen ocurrió a las 13h45 de ayer.

Gregorio contó que su hijo salía todos los días a laborar como taxista a esa hora y que en el momento del ataque se disponía a sacar el taxi. 

Personas que acompañaron a la familia a la clínica indicaron que en la esquina de la casa de Rivera había un auto Aveo negro. Un hombre se bajó, caminó hacia donde estaba Miguel y le descargó cuatro disparos, luego corrió hacia el vehículo y huyó.

Miembros del Cuerpo de Tras recibir la llamada de auxilio, los bomberos llegaron al lugar y Miguel aún estaba con vida por lo que lo llevaron hasta la clínica San Gregorio donde a los cinco minutos murió.

Los familiares indicaron que Miguel estaba comprotemido y que su pareja tenía dos meses de embarazo. 

 

Contra taxista.

En los últimos cinco meses cerca de 5 taxistas han sido asesinados en Manta.

Tres de esos crímenes ocurrieron en una zona despoblada del sitio San Juan, en Manta.

La Policía no se ha referido a estos crímenes contra taxista, por lo que hasta el momento se desconocen  con qué tienen relación.

Mientras que, en lo que va del mes, con este crimen asciende a cinco el número de personas asesinadas  violentamente en esta jurisdicción policial. <