En 1985, el campo Libertador producía 65 mil barriles cada día y en la actualidad 16 mil barriles. Con una inversión estimada en USD 384, 5 se espera incrementar la producción a 16 mil barriles diarios y aumentar las reservas a 14,2 millones de barriles.

El presidente ecuatoriano, Rafael Correa anunció el sábado pasado que dicha recuperación se realizará con las empresas Halliburton y Schlumberguer, a las que calificó como “ las mejores empresas del mundo”,  aunque afirmó que no son de su simpatía,  destacó su prestigio técnico en servicios petroleros.

La administración continuará en manos de Petroecuador, sin embargo, la modalidad de los contratos es por “servicios específicos”.

En el campo Sushufindi, la rentabilidad para el contratista será deUSD 179,9 millones, mientras que para el Estado es de USD 3 132,6 millones. Con una participación estatal del 94,5 % y el 5,4 % para la transnacional.

En el campo libertador, USD 41,2 millones serán para la empresa y USD 395,8 millones para el Estado ecuatoriano. En el campo Shushufindi operará la firma franco-estadounidense Schlumberger. En el Libertador trabajará el consorcio liderado por la firma argentina Tecpetrol, que tiene como accionistas a Sertecpet de Ecuador y Schlumberger.

En general, los campos maduros se caracterizan porque llevan operando más de 20 años y muestran una declinación constante en la producción del crudo con el paso del tiempo. Esto provoca mayor riesgo en la inversión por el uso de tecnología, explicó el primer mandatario.

“Sino hubiera esta inversión es inevitable que comience a declinar la producción. El petróleo es un recurso no renovable, poco a poco se acabará el campo y lo que se extraiga día a día empieza  declinar, pero con inversión a su cuenta y riesgo se recupera la producción diaria”, aseguró el presidente Correa.