No es correcto que masquen chicle mientras hablan con otras personas, mientras están en clase o cuando están en la mesa. Y mucho menos, pueden dedicarse a hacer globitos y estallarlos en el cine, en un salón de actos mientras habla otra persona o situaciones similares. Hoy en día muchos niños tienen su propio teléfono móvil, pero muchos de ellos no saben los lugares en los que no deben utilizarlo. En clase, por supuesto, el celular debe permanecer siempre apagado. Durante la comida, en una presentación en el salón de actos, en el cine, en el teatro y en cualquier tipo de espectáculo, también debe apagarse. En los hospitales, dentro de la iglesia o en recintos donde expresamente esté indicado, también se lo debe apagar.

Es importante recordar que los niños imitan lo que ven hacer a los adultos. Con demasiada frecuencia, cuando el padre o la madre conducen, al recibir una llamada al celular, atienden y manejan con una mano. Además del peligro que esto implica, es mala educación para los pequeños, ya que lo ven como algo normal e incluso una costumbre a ser imitada. Hay que recordar entonces, que no se puede exigir lo que uno mismo no cumple.

En otro orden, al andar por la calle se les debe enseñar a caminar, no a correr, ir jugando, o molestando a otras personas. Además, es peligroso, pueden hacer tropezar o caer a otras personas, sobre todo personas mayores. En todo momento los padres deben ser quienes se encarguen de corregir a los niños en cuanto a guardar las buenas costumbres.