La escasez de colaboración oficial es la media que afecta a todos quienes con mentalidad humanística se dedican a entregar su esfuerzo personal en beneficio de otro, como suele suceder en otras partes de la costa manabita.
Recordamos que en Crucita igual preocupación existe, puesto que quienes hacen  rescate acuático   tampoco cuentan con ayuda permanente, cuando más esporádica, lo que constituye una franca demostración de miopía oficial que en varias ocasiones ha facilitado la tragedia.
Y es momento de cambiar, por lo que oportuno es que el mismo Gobierno nacional, a través de la Secretaría de Gestión de Riesgo, el Ministerio de Turismo, con el Gobierno Provincial de Manabí y los gobiernos cantonales, coordinen gestiones para que los balnearios manabitas, de mar y de ríos, cuenten con personal especializado en rescate y salvamento.
Aquello podría lograrse mediante convenios interinstitucionales; o con la empresa privada, para prestar una mejor atención y brindar un poco más de seguridad a los bañistas, y extender una mano amiga a todos aquellos quienes visiten los balnearios manabitas. <