Eran las 19h00 del domingo. Pese a estar enferma sus hijas la despertaron y le dieron la peor noticia que una madre puede recibir: su hijo, el tercero de seis estaba muerto.

Doña María se levantó de un solo saltó, bajó la endeble escalera de su casa y vio la terrible imagen: José Luis estaba colgado del improvisado cordel donde se mataban chanchos.

Los gritos desgarradores de la mujer alertaron a los vecinos de la zona.

La Policía no tardó en llegar al sitio El Guayabo donde la víctima vivía junto a su familia.

La progenitora dijo que su hijo no tenía motivos para suicidarse. Comentó que a los 16 años también intentó envenenarse porque la enamorada lo había dejado, "desde entonces quedó como loco, cada que tomaba se quería matar", indicó la señora.

 otros problemas .

La muerte de su hijo no es el únic0 dolor que atraviesa la familia Véliz Mero. Desde hace días una de sus hijas no puede dormir. Ella asegura que un duende la persigue, que la acosa, no la deja comer, dormir, desarrollar sus actividades con normalidad. Ellos están buscándole ayuda médica.

Hoy también tras conocer la muerte de José Véliz los abuelos por la parte materna se enfermaron: tienen problemas de presión.

María Mero comentó que no puede resistir tanto dolor y por eso solo pasa llorando.