Una hermana del fallecido, Hungría Plúa, refirió que se lo vio con vida hasta el último día del 2011, cuando le dijo a una sobrina que si ya no lo veían más era porque se había muerto.
La última vez. El día de su desaparición "J. Plúa" andaba con una funda de hielo en sus manos porque decía que le dolía la cabeza.
Desde entonces no se lo había visto más, pero a su familia ya le extrañaba su desaparición, por lo que su hermana Hungría decidió ir a buscarlo a la casa donde él vivía, ubicada en la calle Eloy Alfaro, entre Sucre y Olmedo.
La pariente se llevó una gran sorpresa cuando encontró a su ser querido tendido en el piso y sin vida.
Por el estado de putrefacción que presentaba el cadáver, se presume que murió hace varios días.
La puerta estaba cerrada por dentro y tuvieron que tumbarla para poder ingresar, manifestaron los vecinos.
Le gustaba libar. "J. Plúa" era un personaje muy conocido en Paján, le gustaba el licor, pero un tiempo se dedicó a la religión y se alejó del
vicio, aunque posteriormente volvió al alcoholismo. <