Con algarabía y emoción, los reyes magos, pastores y vaqueros, acompañaron a José y María, en su recorrido por los más de 20 pesebres construidos en varios hogares de Santa Ana, para adorar al pequeño Jesús, refirió Nila Vélez, quien habita en el barrio 6 de Enero.
Este año fue madrina del Niño, y como tal, recibió en su casa al cortejo de más de cien personas.
Expresó que es un inmenso gusto recibir en su casa la bendición de esta visita, a quienes atendió con dulces y chicha de maíz bien helada.
TRADICIÓN. Por muchos años y como parte de una costumbre arraigada en Santa Ana, personajes disfrazados de Reyes Magos, pastorcitos, diablos, vaqueros, y los infaltables “Viejos Cañutos”, promueven la actividad típica de esta localidad, y celebran la “Bajada de Reyes”.
Richard Cedeño,(foto) organizador de esta celebración, posterior a la navidad promociona las caravanas nocturnas de alegres disfrazados, que recorren los diferentes nacimientos elaborados en varios sectores de Santa Ana, donde despliegan diversión con bailes y cánticos; jornadas que culminaron ayer, en un recorrido pero en el día, hasta terminar en la noche en un baile público, conocido como "Careta abajo".
“La jordana es cansada”, indicó una de las caminantes. Pero es una tradición que temen que se pierda.
No obstante, Luis Prado, director de Desarrollo Humano de la municipalidad, indicó que la actividad fue reconocida como patrimonio intangible, y se prevé crear una ordenanza para que las actividades sean coordinadas entre la municipalidad y la comunidad celebrante. <