Ayer nos congatulábamos por lo positivo que fueron los resultados de los controles y medidas preventivas dispuestas para evitar que las festividades de Navidad y fin de año sean negativas, saludando que el objetivo se haya logrado, literalmente, en forma sastisfactoria.

Ahora debemos señalar la justa preocupación que inquieta a las comunidades del norte manabita, especialmente del cantón Pedernales, afectados por el corte de la carretera principal, luego de que se precipitara a tierra un puente hace más de un mes.
Y se encuentran molestos, no solamente los residentes de la zona, sino quienes utilizan la vía que forma parte de la ruta del Spóndylus, principal arteria de comunicación costanera comercial y turística con la zona centro y sur de Manabí - y viceversa con el norte de la provincia y del país - por la demora en la respuesta a la solución.
El Ministerio de Transporte y Obras Públicas anunció el tendido de un puente Bailey, actividad que la comunidad solicitó sea concretada antes de las llegadas de las lluvias porque si no quedarían aislados. Lamentablemente aun no se lo hace y la crecida del río cortó el paso vial.
¿No está el material a la mano?, ¿demora el proceso burocrático? Debe ser, pero eso no tiene que sufrirlo la comunidad. Entendemos que la obra se concretará, aunque con inconvenientes mayores de continuar las lluvias.  Y hay que estar atentos a las nuevas sorpresas que puede traer el invierno. <