La mayoría de los focos de los incendios forestales en el sur de Chile, que habían arrasado con unas 45.000 hectáreas, se encontraban controlados ayer, al tiempo que fue designado un fiscal para investigar la intencionalidad en algunos de los siniestros.
En las últimas horas, el rápido avance del fuego se detuvo y pudieron ser controlados la mayoría de los 20 focos que permanecían activos, especialmente en la zona más afectada, la comuna de Quillón, en la región del Biobío, a unos 500 km al sur de Santiago, según los bomberos. "Hay menos focos. Podemos decir que los últimos cinco focos que nos tenían complicados fueron controlados", dijo el comandante de bomberos de Quillón, René Garrido, a medios locales.<