Así lo confirmaron varias familias que aún permanecen en Balsamaragua, sector considerado como zona de riesgo por inundaciones por las crecidas del río.
“En el barrio hay quienes que nunca han vivido aquí y que residen en las casas que son abandonadas por los beneficiados por el Miduvi”, dijo una mujer, que omitió su nombre por temor a represalias, que vive cerca de la escuela Juan Isaac Mendoza.
Amada Franco, quien vive en una casa construida con caña guadua a tan sólo diez metro del caudal del río, confirmó lo denunciado y señaló que los casos se dan en las viviendas que quedan después del puente que construyó Corpecuador.
 
 petición.  María Nevárez, una de las beneficiadas con las nuevas casas y que aún no es reubicada, pidió a las autoridades municipales que exijan a los “invasores” que salgan.
En el departamento de Planeamiento Urbano informaron que las casas que son desalojadas tienen que ser destruidas.
Geovanny Delgado, colaborador en la entrega de las casas, escuchó sobre la ocupación de las casas desalojadas.
El Miduvi construyó 182 casas en Jaramijó para reubicar a las familias que viven en la zona de riesgo. Ya fueron entregados 152.
Ya se han reubicados más del 85 por ciento de las familias y aún viven otras como José Antonio Castro, su esposa e hijos. Asimismo, hay otras personas se niegan a salir de la zona de riesgo, pese a que se les ha notificado que se les va a ayudar.<