El sector turístico de Crucita hace conocer a través de la prensa que “siente” un bajón en sus negocios, que por esta época deberían estar mejor por la temporada vacacional de la Sierra.

Este bajón se debe a que Crucita como destino turístico cada día luce más atrasado y menos atractivo que decenas de otros sitios en la Costa ecuatoriana. Ojalá que quienes velan por la industria puedan cuantificar el bajón que no quede sólo en percepción.
La municipalidad de Portoviejo no ha invertido en Crucita lo suficiente; y lo que es peor, ni las autoridades ni los empresarios turísticos de Crucita tienen un plan de desarrollo real.
A la municipalidad la plata se le va en gastos corrientes y en sostener a tanto empleado, inclusive algunos que cobra sin trabajar las horas establecidas. Y los empresarios no están unidos tras planes y objetivos como sí se ve en otros destinos.
Cada día la industria del turismo crece en el país y en Manabí. Cantones manabitas como Puerto López, Manta, Bahía, Jama, se están llevando el negocio como fruto del trabajo planificado y constante ¡Bien por ellos!
El bajón turístico que siente Crucita es un síntoma más de la grave parálisis que está afectando al cantón Portoviejo, sin ideas, sin planes, sin plata, sin un liderazgo efectivo y movilizador.<