A Paladines, quien enviaba fotos para El Diario, le robaron cámaras, lentes y flashes de varias marcas. Eso sucedió en un hotel de lujo de la ciudad de Córdoba. El monto de la inversión fue de unos 20.000 dólares. En la recepción del hotel -no se alojó allí, solo pidió dejar los equipos- solo le dijeron que se habían perdido. Pero un video de seguridad muestra a una pareja cometiendo el hurto.
Como Paladines, otros periodistas se han quejado de la gran cantidad de robos en Argentina, de hecho ese es uno de los puntos más bajos que dejó la Copa América a nivel organizativo. Las investigaciones señalan que fue una banda organizada que actuaba con acreditaciones originales para entrar y salir de lugares exclusivos (estadios, centros de prensa). Los hechos sucedieron en todas las sedes y todos con las mismas características.
afectados . En la final del domingo entre Uruguay y Paraguay se reportaron cinco hurtos a fotógrafos, que trabajaron detrás de los arcos, que son lugares de acceso limitado y controlado por gente de seguridad.
A Hernán España, de Diario Popular, le robaron miles de dólares en equipos. "Cuando salió el equipo de Uruguay del vestuario para dar la vuelta olímpica fui a sacarle la foto y en una milésima de segundo me llevaron una cámara Nikon de 300 mm", relató. "Fui a contarle a un colega de EFE (Leonardo La Valle). Le dije 'Me robaron'. Y ahí él se dio cuenta que también le habían robado".
"Se ha robado en todos los partidos, en todas las sedes. Que te roben en la calle es continuo, pero que te roben en un evento donde tienes que entrar con una acreditación es insólito", se quejó España. A Mauro Alfieri, de La Nación le pasó igual. <