Parafraseando el cómic Condorito, exijo una explicación al ejecutivo de la ciudad, pues, de acuerdo a una nota de prensa, de las conquistas establecidas como consecuencia del paro de Portoviejo del año 2005, ninguna de ellas se ha concretado al servicio de la ciudadanía, sin embargo, el gobierno nacional de la época comprometió su apoyo para un crédito de la Corporación Andina de Fomento para la ejecución del Plan Maestro de Agua Potable de Portoviejo, el mismo que fue aprobado sin cargo alguno a las finanzas municipales.

La administración municipal de ese entonces procedió a la contratación del plan con empresas que no cumplían con el perfil técnico, administrativo, ni financiero para una obra de esta  trascendencia e importancia; que hasta ahora no tiene fecha de conclusión. Y según los entendidos no se cumplirán todas las especificaciones técnicas y contractuales, y se continuará realizando excavaciones y pruebas porque la empresa contratada no da pie con bola para superar los problemas presentados.
Y surgen algunas preguntas: ¿Quién responde por esta situación que afecta el desarrollo de la ciudad? ¿Qué informó la fiscalización del proyecto? ¿Qué dicen los organismos de control? ¿Por qué la municipalidad guarda silencio y no aplica las disposiciones contractuales?
Pero si las anteriores interrogantes no tienen respuestas, sería bueno que alguien nos explique el por qué la desesperación por contratar una obra básica para Portoviejo, sin haberse convocado a una licitación, que a mi entender era lo procedente. Ya desde ahora los portovejenses pagamos las consecuencias de decisiones que, por decir lo menos,   fueron equivocadas, sobre una obra que debió ser la insignia para el futuro desarrollo de la ciudad, evitando el retraso de otras obras de la urbe, porque los contratistas, reitero, no pueden concluir la obra por falta de capacidad técnica, administrativa y financiera.
Pero continuemos con la revisión. En la anterior administración municipal también se procedió a contratar, sin licitación o concurso alguno, la construcción del alcantarillado sanitario y pluvial de las parroquias rurales y urbanas del cantón, y además esta contratación se la quiso hacer sin haber realizado los estudios de impacto ambiental correspondientes.
En la adquisición del terreno para el Hospital de Especialidades pasaron varios años para que el cabildo resuelva la compra del lote, con el dinero entregado por el gobierno nacional. Resulta increíble la falta de ejecutividad de lo que se supone es el primer organismo de desarrollo del cantón. Tanto tiempo para realizar una operación bursátil que en manos de una persona natural no pasaría de unos meses, sin embargo hubo de pasar dos administraciones municipales para que esta gestión se pueda cristalizar. Y nosotros los ciudadanos ¿a quién o a quiénes debemos reclamar por esta inoperancia?
Finalmente, usted, amigo lector ¿qué opina? ¿O solo debemos exclamar como en la serie cómica de Chespirito: ¿Y ahora quién podrá salvarnos?<