El ciudadano dormía al momento en que se produjo el flagelo. Alvia había adquirido la casa gracias al plan de vivienda que realiza el municipio de El Carmen. Dijo que la casa no contaba con servicio eléctrico y que en horas de la noche prendió una vela, la que al parecer no apagó antes de quedarse dormido Lo cierto es que la vela cayó al suelo y rápidamente la flama contaminó el madero que la sostenía.
El perjudicado dijo que mientras dormía sentía que las manos le quemaban y fue así como al abrir sus ojos se percató que su casa se estaba quemando.
Rápidamente el hombre derribó la puerta principal y sin sacar ninguna pertenencia empezó a pedir ayuda. Rápidamente el fuego destruyó el inmueble. Avila contó que debajo de su colchón tenía mil doscientos dólares que había ahorrado con el propósito de construir una casa de cemento. Una vecina, María Quiroz, había escuchado esa madrugada un extraño ruido que provenía de a lado. Al asomarse a la ventana vio que era la casa de Alvia, por lo que se organizó con vecinos para combatir el fuego y así tratar de rescatar algo de las pertenencias. <