El operativo se realizó en una vivienda de Guápulo, al centro-oriente de Quito.
La casa estaba arrendada a una mujer extranjera, pero hace pocos meses Juana Hidalgo adquirió el inmueble sin saber lo que se escondía. Fernando Proaño, comandante del Regimiento Quito, señaló que la inquilina acudía al domicilio para esconder los cuadros, esculturas y piezas arqueológicas, para posteriormente comercializarlas. <