Fueron 25 deportistas quienes demostraron rutinas de taekwondo, así como movimientos sincronizados y pruebas de romper tablas con sus manos y píes.
Lo que más gusto a los cientos de personas, en su mayoría estudiantes, fueron las pruebas de peleas entre ellos. Los asistentes demostraron simpatia por uno al que identificaron como “El hijo de Bruce Lee” quien “hizo polvo a los otros” según palabras de Kevin Cobeña, alumno del centro educativo San Francisco de Sales.
Además de demostrar artes marciales, la delegación coreana también exhibió coreografias, danza y musical oriental, incluso había un par de artistas pop que cantaron la vida loca de Ricki Martín entre inglés y español.
La delegación coreana llegó gracias a un acuerdo entre los gobiernos de ambos países. El presidente de Ecuador Rafael Correa los vio actuar durante una vista que realiazó a ese país asiático y desde allí se propuso traerlos a Ecuador donde sólo actuaron en Guayaquil y Rocafuerte. De aquí parten a Bolivía. Los ministerios de Cultura y el de Deporte tuvieron a cargo la llegada de la delegación.