En medio de una gran atención mediática, el magnate de la prensa Rupert Murdoch y su hijo James declararon ante el Comité de Medios de Comunicación de la Cámara de los Comunes sobre el escándalo de las escuchas del "News of the World".
Rupert Murdoch, presidente de News Corporation, y James Murdoch, presidente de esa empresa en Europa, comparecieron juntos, y una hora después lo hizo la exconsejera delegada de News International, Rebekah Brooks.
Brooks, directora del "News of the World" entre 2000 y 2003, cuando se practicaron los pinchazos, fue detenida e interrogada el domingo por la Policía y nueve horas después liberada bajo fianza.
PERDÓN. Murdoch pidió perdón ante el Parlamento británico por los pinchazos telefónicos del tabloide "News of the World", que decidió cerrar, según dijo, por sentirse "avergonzado".
"Es el día en que me siento más humilde de toda mi vida", dijo.
El presidente y consejero delegado de News Corporation, segundo grupo de comunicación del mundo, aseguró que él no era responsable del escándalo e insistió en que "News of the World" suponía solo "menos del 1 por ciento" de su grupo. "No es una excusa, sino una explicación, 53.000 personas trabajan para mí", indicó Murdoch, quien aseguró desconocer el alcance de los pinchazos telefónicos practicados por el tabloide, cerrado hace una semana.
detECTIVES. Rebekah Brooks, exconsejera de News International, admitió que en su época como directora se utilizó a detectives privados para conseguir información.
Brooks precisó, no obstante, que el empleo de investigadores era una práctica común en buena parte de la prensa británica en los años 90 y principios de la década del 2000.
El detonante del actual escándalo fue la divulgación, hace dos semanas, de que en el 2002 uno de los celulares interceptados fue el de una niña asesinada, cuando Brooks dirigía la publicación. <