Los afectados denunciaron que a las 19h45 del sábado la pareja salió a una fiesta. En la casa se quedó un tercer integrante de la familia, lo que al parecer desconocian los pillos. Pues los propietarios de la casa, ni bien ingresaban cuando dos ladrones colocaban una escalera que traspasó el cerco eléctrico para ingresar a la vivienda.

Fue la persona que se quedó en la vivienda que, al escuchar ruidos y percatarse de la invasión de los extraños, llamó al resto de la familia y a la Policía.

Sin embargo, cuando los agentes llegaron los pillos ya habían alcanzado a llevarse aparatos eléctricos, dinero, joyas y predas de lucir que alcanzan los 10 mil dólares.

La dueña de la casa dijo que ellos compraron la vivienda en una urbanización buscando más seguridad. Sin embargo, pese a contar con guardias de seguridad ocurren asaltos.   <