Mora salía del cine en compañía de algunos amigos, al llegar a su domicilio comenzó a sentir algunos dolores en el pecho, además de tener problemas respiratorios; inmediatamente fue trasladado a una casa hospitalaria, donde falleció. Mora, quien fue contagiado con VIH en 1995, cuando tenía 9 años, dedicó su vida a dar conferencias de motivación y a pelear porque se hiciera justicia en el caso de negligencia médica. Betty Valdiviezo, hija de uno de los infectados por Garcés, recuerda a "Carlitos" con nostalgia.
"Le había dicho a la mamá que no quería morir en un hospital, no quería morir en máquinas, quería una muerte rápida y eso tuvo, él no quería que lo entierren enseguida, quería que todos sus amigos estuvieran presentes", comentó.
Los restos mortales de Mora son velados en la sala La Paz del cementerio Jardines de La Esperanza, en Guayaquil. Según informó Ecuavisa, el médico responsable del caso continúa ejerciendo la medicina junto a su hijo en el hospital Jakcson Memorial de Estados Unidos.
Garcés fue detenido apenas un año y salió libre porque nunca se le dictó sentencia. Hace 10 años, como parte del proceso, se solicitó su extradición al Ecuador, pero Estados Unidos negó el pedido.
Posteriormente, dos juicios por atentado contra la salud pública prescribieron. En el 2007 los familiares de los 21 afectados demandaron a Garcés una indemnización de un millón de dólares por cada uno, pero esta acción legal tampoco proliferó. Entre los afectados se encontraban los manabitas Roy Loor y Luis Valdiviezo, quienes fallecieron clamando justicia por este caso. <