La operación tuvo lugar después de que la OTAN llevara a cabo, "durante un periodo" de tiempo, acciones de inteligencia, de vigilancia y de reconocimiento, para cerciorarse del uso militar de la base, según un comunicado de la Alianza.
Los datos confirmaron que la instalación "fue usada para lanzar ataques indiscriminados sobre civiles libios en la zona, incluidos el puerto y la ciudad de Misrata".
La instalación estaba escondida entre los edificios de una granja y las fuerzas leales al líder libio, Muamar el Gadafi, también la utilizaban para almacenar equipamiento militar. Además, hacía las veces de lugar de reunión de las tropas desde el cual instigaban ataques contra civiles. Agregó que "la destrucción de esta instalación reducirá la presión sobre Misrata".