El comerciante ambulante Bartolo Lino, expresó que sus ventas fueron bajas, porque no hubo flujo de personas del campo, que son las usuarias de los mencionados automotores, y que de manera similar  han sentido los tricicleros porque no han tenido carga que transportar.
Un colaborador de la Asociación de Camionetas Unidad Libre, que pidió omitir su nombre, señaló que ellos están conscientes que su actividad la realizan al margen de la ley, pero reiteran que sus viajes son a lugares donde no van los vehículos de cooperativas, porque no hay esas rutas, por lo que esperan un poco de flexibilidad de las autoridades para seguir laborando.

Problema. Añadió que los campesinos que salen de recintos como El Páramo, Santa Lucía, El Pijío, El Carmen, La Cuchilla, al no poder venir a Jipijapa, podrían ver ir a otro lugar a comercializar sus productos, y obviamente realizar la compra de comestibles, lo que significaría una merma en la actividad comercial en la Sultana del Café.
El alcalde Johnny Cañarte, informó que había logrado una solución a dicho inconveniente, precisamente por el problema social que se presentaría. <