Es el caso de Ramón Zambrano, quien ha optado por recordar a su hijo, fallecido el pasado mes de febrero, poniendo su fotografía en el vidrio posterior de su furgoneta.
“Rolandito siempre vivirás en nuestros pensamientos”, dice una frase en el vidrio.
Rolando David Zambrano Vera tenía 23 años cuando el 5 de febrero del 2011, mientras estaba embarcado en el atunero Betty C., sufrió un accidente y falleció junto con otros compañeros.
Una polea gigante llamada “macaco” se desprendió y cayó sobre Rolando y su compañero.
Tuvieron que pasar varios días para que el cuerpo de su hijo pudiera ser llevado hasta Manta, para luego sepultarlo en el cantón Pichincha, de donde el joven era oriundo y en donde también reside actualmente la familia.
Lo triste para Ramón, además de perder a su hijo, es que el joven no pudo conocer a su primogénita, que actualmente tiene cuatro meses.
Ella nació el 24 de febrero.
“Él hubiese cumplido 24 años el próximo 10 de agosto”, dice.
Con la imagen de Rolando en su carro, don Ramón recorre los caminos de la resignación. “Va conmigo a todos lados”, expresa.

 Otro caso. Lianny Zevallos utilizó 23 dólares para instalar en su auto Hyundai una gigantografía de su madre Gladys Judit Zevallos Zambrano.
En la imagen se lee, entre otras frases, “te amo mucho madre linda”, y para Lianny es la oración que resume todo lo que ella siente, luego de dos meses de que Gladys murió a consecuencia de un tumor cerebral.

 anécdota. Lianny cuenta que en ocasiones, mientras circula por las calles, los Policías la han detenido y le han pedido que retire el afiche de su madre que está ubicado en el vidrio posterior del vehículo.
"Yo les ruego que me permitan cargar a mi madre, porque es una forma de recordarla toda la vida y luego me lo permiten",
cuenta.
Hace pocos días doña Gladys cumplió dos meses de fallecida y, para recordarla, pusieron un anuncio en El Diario y La Marea y después  organizaron una misa, en la que estuvuieron presentes todos sus familiares.<