Tras cuatro temporadas de sequía y de un marcado desequilibrio en sus finanzas, el River fichó como entrenador a Diego Simeone y conquistó el título de campeón en una campaña que estuvo lejos de figurar entre las mejores de su rica historia.
De los jugadores de aquella plantilla destacaban el chileno Alexis Sánchez, el uruguayo Sebastián Abreu, el colombiano Radamel Falcao García y los locales Leonardo Ponzio, Ariel Ortega y Diego Buonanotte.
Los rasgos de debilidad e inconsistencia de aquel equipo quedaron expuestos en el torneo siguiente, el Apertura de ese año, en el que sumó 10 puntos en 14 partidos, cayó al último puesto clasificatorio y se quedó sin técnico a causa de la dimisión de Simeone, quien logró 20 triunfos en 45 encuentros locales e internacionales.
A Simeone le sucedieron cinco entrenadores más: Gabriel Rodríguez, Néstor Gorosito, Leonardo Astrada, Ángel Cappa y el actual, Juan José López, y solamente obtuvo 34 triunfos en 114 partidos.
Para evitar el descenso, el River necesitaba ganar este domingo por dos goles de ventaja ante el Belgrano de Córdoba, cuando solamente había anotado esa cantidad dos veces durante el Clausura 2011, ante el descendido Huracán y el Newell's Old Boys, penúltimo en la clasificación.
El equipo de López tuvo su última oportunidad tras ocho jornadas sin victorias, con cuatro empates e igual cantidad de derrotas. Y tampoco pudo ganar.