Han dejado los campos donde se produce papa y  cebada. Ahora trabajan en el cantón Pichincha, en la construcción del alcantarillado. Se trata de Lidia Marlene(19) y Gloria Isabel Changoluisa Benavidez (29).
En la Costa no es común que las mujeres realicen estas actividades, pero Lidia y Gloria, no ven un obstáculo en desempeñar este oficio. “Lo importante es que trabajamos en algo digno”, refiere Gloria, mientras pone una mezcla preparada en el suelo, en una carretilla,  para ser ubicada en una de las zanjas, donde irá la tubería de alcantarillado que construye en Pichincha el municipio.

LABOR. No es la primera vez que realizan este trabajo, ya lo han hecho en Portoviejo,  Quito y Manta. Han participado en la construcción de alcantarillado y redes telefónicas, sostienen las mujeres.
En las labores del campo percibían ocho dólares diarios, en Pichincha en cambio, perciben 15 dólares. El problema es que hay poca  oferta de trabajo, y por eso se han dedicado a la albañilería desde hace 10 años, indicó Gloria.
Lidia, afirma que el rendimiento con relación a los hombres es igual y a veces mejor, eso lo corrobora  su padre, Amable Guangoluisa, quien acompaña a las jóvenes.
Extrañan la comida de la Sierra. Acá nos dan mucho arroz y extrañamos las papas, afirman estas mujeres solteras y sin hijos.
Les llama la atención, por ejemplo, que la papa cuesta entre 20 y 40 centavos la libra, cuando en su tierra un quintal, lo máximo que cuesta son cinco dólares. <