Medina se bajó del vehículo a comprar un material en una ferretería, mientras que Guevara, de 53 años, se quedó en el automotor. Entonces por el sector pasaron dos delincuentes en moto que se percataron de la soledad de Guevara y procedieron a amedrentarla con un revólver para que les diera la cartera. 

Al rescate.  Entonces Medina se dio cuenta de lo que ocurría y acudió a defender a su conviviente, en el lugar empezó a forcejear con los malhechores para que soltaran a Guevara.

Uno de los ladrones le dijo a su cómplice “dale un tiro a ese man...”. Medina recibió dos disparos, uno de ellos a la altura del pecho.  Los ladrones huyeron sin llevarse nada. 

Las personas que estaban por el lugar llamaron a la Cruz Roja, pero cuando los paramédicos llegaron Medina ya había fallecido.  Mientras que Guevara resultó con dos cortes en una de sus cejas a causa de los cachazos que le propinaron los delincuentes.   Medina era rector de la escuela “Eugenio Espejo” de la red de la parroquia Puerto Limón. El cuerpo de él fue llevado a la morgue del cementerio Central, hasta el lugar llegaron compañeros y conocidos. Todo era desconsuelo.  Tenía  35 años como educador.