La época lo ameritaba y hay que quedar bien con las personas cercanas. Juguetes, ropa, calzado, perfumes, pasando por el infaltable pavo o pollo, las bebidas y lo necesario para la cena de Noche Buena, tuvieron demanda. La desesperación hacía presa de quienes, con el transcurrir de las horas, no habían alcanzado a comprar lo que buscaban. Ni el canicular sol que cayó sobre Manta impidió que ríos de gente se vuelquen a las calles. En cada esquina se escuchaban los gritos desesperados de los comerciantes. “Venga compre barato que lo bueno se acaba”, “dos por uno”, “el último que me queda”, todo era válido para atraer clientes. Precios Las canastas navideñas tuvieron demanda. Había desde 7 hasta 30, 40 u 80 dólares, dependiendo de los artículos que contenían. Los informales pugnaban por conseguir compradores, mientras en los almacenes las ofertas estaban a la orden del día. El espacio resultó reducido. En la zona del mercado central de Manta, aunque las calles no estuvieron llenas, como en Tarqui, los almacenes si estuvieron “a reventar”. Un ejemplo es el centro comercial López, que en sus tres pisos estuvo “a full”. En otros centros comerciales como: El Paseo Shopping, Manta Shopping, Plaza del Sol, Mantacentro, la situación también era caótica. Los pasillos de las dos plantas de El Paseo Shopping estuvieron copados. El patio de comidas ni hablar, los dueños de los locales que funcionan dentro del lugar no se quejaron de las ventas, aseguran que hoy, domingo, el negocio será mejor. Cierran calle 109 y la ocupan los comerciantes Un aproximado de 10 policías de tránsito llegaron ayer desde tempranas horas al mercado de Tarqui, hicieron vigilancia todo el día y hoy también lo harán. El policía Jehan Lara, señaló que para comodidad de los comerciantes y los compradores, procedieron al cierre de la principal calle de Tarqui, la 109. Esto no molestó a los comerciantes, que aprovecharon la ocasión para ubicar sus negocios en media vía. “Esperemos que no nos hagan problemas”, señaló Francisco Mera, que desde el pasado lunes ubicó una carpa con venta de ropa. Los guardias municipales también ayudan con la vigilancia.