Hoy ya hay un ganador, un presidente que no será un presidente ni de la costa ni de la sierra, que no será un presidente izquierdista o derechista; será un presidente de todo un país, tendrá la responsabilidad y la obligación de cumplir con sus propuestas, de escoger a los mejores ciudadanos para que lo ayuden a cumplir sus ofertas de campaña y hacer realidad el proyecto socio país que promulgo siempre. Pero así mismo nosotros los ecuatorianos, jóvenes, adultos, profesionales, estudiantes; en fin, todos los que amamos este país tenemos la obligación de sumarnos al trabajo de este nuevo gobierno, ser parte de los proyectos y programas que se realicen; quienes sean parte de la administración, cumpliendo con un trabajo eficiente alejada de toda corrupción, y los demás como los mejores fiscalizadores de cada acción. Tenemos el derecho y la obligación de vigilar que el accionar del nuevo mandatario esté encaminado a lograr el bien común, lograr una equidad social para que todos tengamos acceso a una educación de excelencia, a buena atención medica en los hospitales públicos, en fin a tener en nuestro Ecuador una mejor calidad de vida. Este objetivo es tarea de todos. Debemos ser los principales aliados si el gobierne cumple, unirnos a su tarea de reforma constitucional para reestructurar el sistema política logrando tener un poder Legislativo que favorezca al pueblo y no a intereses personales como hasta ahora, (porque esta vez ya no manipularan al pueblo para votar un presidente, si no cumplen, se iran ellos). A sí mismo, ser los mayores críticos del gobierno si desvía su accionar y no favorece a su pueblo; en ese momento hay que exigir el cumplimiento de su propuesta. Tener días mejores para el Ecuador es compromiso de todos.