El hecho en el que se libró de morir de manera milagrosa, pues dos de las balas atravesaron su cuerpo, se produjo aproximadamente a las 19h00, en el sitio conocido como Molinete de Río Grande, en el cantón Chone. Una hermana del herido indicó que Carlos Alberto estaba a punto de culminar su jornada diaria de trabajo cuando de entre los matorrales escuchó varias detonaciones. Inmediatamente sintió en su cuerpo los impactos, dos de ellos en la espalda, parte superior, y en otro en el brazo izquierdo. Luego de conocer que se había sido objeto de un atentado, fue auxiliado por varios compañeros de trabajo quienes lo condujeron al hospital de Chone donde recibió los primeros auxilios. Luego fue transferido al hospital de Portoviejo donde quedó asistido. No se conocen causas.