"Los cultivos ubicados allí contribuyen al terrorismo en Colombia y nuestro objetivo es derrotarlo; porque con esas 10.200 hectáreas de coca las FARC podrían financiar la destrucción del mundo", indicó Uribe. No obstante, el Jefe de Estado colombiano fue muy cuidadoso con sus declaraciones, luego de conocer el malestar que las fumigaciones han causado tanto al Gobierno saliente de Ecuador, como al entrante. "No se trata de hostilizar a la población fronteriza sino de quitarle la financiación a la guerrilla. Además, el narcotráfico y el terrorismo no sólo afectan a Colombia, pues ya están logrando traspasar las fronteras", agregó. Así mismo, el mandatario colombiano pidió nuevamente al Ecuador comprensión y solidaridad con respecto a este delicado tema. "Yo creo que el mundo tendrá que comprender que Colombia no puede permitir que las FARC sigan haciendo crecer el área de los cultivos de coca". Finalmente, Uribe reiteró su buena voluntad para con el pueblo ecuatoriano y espera comunicarse pronto con su Gobierno para solucionar la polémica de manera diplomática. "Para el Gobierno ecuatoriano no hay sino respeto, por el pueblo ecuatoriano no hay sino afecto", concluyó.