América, campeón de la Concacaf, se medirá el jueves en Yokohama con el poderoso Barcelona, monarca europeo, mientras que el Internacional de Porto Alegre, Brasil, campeón de la Conmebol, se eliminará en la otra semifinal con el equipo africano el miércoles en Tokio. Las dos primeras jornadas del último torneo internacional del año dejaron también en el camino al Joebunk Hyundai de Corea del Sur y al modesto Auckland City de Nueva Zelanda, que deberán conformarse con la lucha por el quinto puesto aunque sea para evitar la humillación del último puesto. Mexicanos ganaron con suerte América ganó 1-0 al Joenbuk con un gol que combinó suerte, empuje, garra y carambola convertido por el chileno Ricardo Rojas a los 79 minutos. Al Ahly superó 2-0 al equipo aficionado de Nueva Zelanda con tantos del angoleño Flavio y su astro Mohamed Aboutrika. Ahora este breve certamen entra en su etapa definitoria con la presencia de los campeones de Europa y Sudamérica, las dos regiones potencia del fútbol. Barcelona, que hasta el sábado estaba jugando en la Liga Española, llegó el mismo lunes a Tokio, tres días antes de su debut. Los mexicanos mostraron más empeño que claridad, pero entre las imprecisiones y algunos nervios dejaron sentado que Juan Mosqueda, un volante de 21 años, que jugó los últimos 20 minutos, es su mejor carta de triunfo. A él se sumaron el arquero Guillermo Ochoa, de la misma edad, que salvó su valla cuando las papas quemaban, y el chileno Rojas que cuando encontró la ocasión no la dejó pasar arrojándose con alma y vida para meterla en el arco rival como fuera. Los campeones africanos ganaron con toda claridad, aunque su rival fue el más modesto del certamen. Auckland City, un conjunto de aficionados con más ganas que recursos y poca experiencia, se había clasificado sencillamente por ser más que sus vecinos de Oceanía, entre ellos Tahití, Vanuatu, Kiribati y Tonga. Australia, cuyos equipos solían hacer un papel más decoroso, decidió pasarse a la confederación asiática y dejó el campo expedito a Nueva Zelanda para que levantara cabeza. Los neocelandeses disputarán el viernes el quinto puesto con Joenbuk, campeón de Asia, y presumiblemente su mayor aspiración será hacer un papel decoroso. El domingo 17 será la finalísima para consagrar al mejor club del mundo del año 2007.