La decisión fue adoptada por el juez Raúl Dalto, quien en declaraciones a la televisión dijo que el odontólogo Ricardo Barreda violó ese beneficio al salir "injustificadamente" de su vivienda hace algunos días.
"Entiendo que fue injustificada su salida a la farmacia para ir a tomarse la presión" el pasado 17 de enero, día en que Barreda fue filmado por un canal de televisión mientras caminaba por la calle a varios metros del apartamento que comparte con su novia en el barrio porteño de Belgrano, donde había fijado su residencia, señaló.
La semana pasada, el abogado del odontólogo, Eduardo Gutiérrez, sostuvo que la salida obedeció a "una urgencia médica" para "un control en un hospital" y argumentó que cuando Barreda regresó a su apartamento "cruzó a la farmacia para que le tomaran la presión porque se había descompensado".
El juez Dalto explicó que Barreda puede apelar su decisión, que se concretará en breve.
El lunes próximo se conocerán los resultados de las pericias psicológicas a las que fue sometido el odontólogo para acceder a la libertad condicional que un tribunal le habilitó el pasado día 5 de este mes.
"En principio (la decisión de hoy) no tiene por qué influir sobre la posible libertad condicional que deberá determinarse el próximo lunes. Son beneficios distintos, que serán evaluados de manera separada. Esta situación no es algo que tiene que influir", completó el magistrado.
El odontólogo, de 76 años, fue condenado en 1995 a reclusión perpetua por el homicidio tres años antes de su entonces esposa, Gladys Mac Donald, de 57 años; de sus hijas Cecilia (26) y Adriana (24) y de su suegra Elena Arreche (86).
"Eran ellas o yo", declaró durante el juicio el odontólogo, que confesó su crimen y en las audiencias públicas alegó que asesinó a sus familiares porque le maltrataban, le marginaban y le hacían la vida imposible.