Efectivamente a las 15h30 el cabo de policía Roberth Sánchez llegó a la iglesia central de El Carmen, donde en medio de la multitud el párroco bendecía el féretro de la joven mujer. La gasa que tenía puesta en la frente el policía trataba de ocultar la herida que él recibió también en el fatal accidente del domingo, pero lo que no podía ocultar era el sentimiento de haber tenido que sepultar en un mismo día a su progenitora, su sobrina y a quien había escogido recientemente como su esposa; a mas de eso Roberth no oculta su preocupación por el estado de salud de su hermano y también policía, Byron Sánchez Peña, pues mientras iba camino al cementerio de El Carmen, coordinaba por teléfono su traslado en helicóptero desde Santo Domingo al hospital de la policía en Quito, pues según se dijo tiene sangrado en uno de sus pulmones como producto de ese mismo accidente de tránsito.

Al término de la misa los familiares y directivos de la cooperativa La Benéfica, donde Mayra Vélez laboró los últimos cuatro años, emitieron sentimentales discursos de despedida; igual cosa hizo su progenitor Álvaro Vélez en el cementerio, mientras Roberth Sánchez se limitó a colocar sobre el inerte cuerpo de su mujer una rosa roja y una bendición con el movimiento de sus manos, mientras tanto el llanto de quienes la consideraron no se callaba.