Bedoya, quien estuvo en el momento en que fue asesinado Honorio Cevallos, ex presidente de  Delfín, el sábado pasado, manifestó el lunes último que quería irse, y que estaba mal psicológicamente por el hecho de sangre que presenció.
No obstante, el martes, varios directivos de Delfín conversaron con él y le propusieron pagarle lo que le había ofrecido Cevallos (alrededor de 4 mil dólares) para que siga.
Sin embargo, Bedoya le respondió que quería irse a Colombia donde pensaría mucho mejor la propuesta, por lo que ayer se marchó.
Ante esto, ayer Franklin Ripalda, gerente de Delfín, dijo que no es seguro que Bedoya vuelva, ya que atrás de su decisión está su familia, quienes se enteraron vía internet de lo que sucedió; a esto se suma la esposa, que no le gustó para nada la información ya que dentro del hecho se encontraban dos mujeres.

 DOS
TÉCNICOS. Para Ripalda, el hecho de que no regrese el colombiano, no significa que el proyecto Delfín muera, ya que hay un segundo plan donde constan dos técnicos en carpeta para dirigir  a los "delfines".
Uno de ellos es el ambateño Giovanni Mera, quien ya dirigió a Delfín y el paraguayo Raúl Duarte, ex estratega del Deportivo Quevedo, y ex jugador “cetáceo”.
A los dos se le ha hecho una propuesta rápida, pero no hay nada definido.
Ripalda añadió que Miguel Cevallos, hijo del fallecido directivo, no asumirá la presidencia delfinista, sino que en ese puesto irá Patricio Delgado, empresario pesquero.
En el tema del presupuesto, el cual era de 100 mil dólares, mencionó que es muy prematuro decir si ese valor seguirá.
Indicó que si se baja el monto, no será menos de 60 mil dólares porque se han unido varios empresarios más al proyecto. <