Son más de 600 millones de dólares los que se han invertido en el mejoramiento y reconstrucción de la vialidad de la provincia, pero todavía existen vías en muy mal estado y con avances insignificantes por diversas razones.

“Dentro de todo lo malo, cualquier mejora es buena”, manifestó el vicealcalde de Junín, Gustavo Alcívar, refiriéndose al estado en que se encuentran algunas vías manabitas pese a la millonaria inversión que está realizando el régimen.

La reflexión de Alcívar tiene que ver con el pésimo estado en que se encuentra la vía Chone-Canuto-Calceta-Junín-Pimpiguasí, de 56,30 kilómetros de longitud, cuya reconstrucción fue contratada en 17,7 millones de dólares y pese a que el plazo concluyó en abril del 2010, dicha obra ha tenido apenas un 46,7 por ciento de avance físico, según información disponible en la página web del Ministerio de Transporte y Obras Públicas.

“Realmente ha faltado presión, la población estuvo a punto de paralizarse hace unas semanas pero no lo hizo porque se analizó que el tema tiene que ver con la falta de estudios”, dijo Alcívar, quien justamente es de la línea política del Gobierno, pero eso no le impide dijo, reconocer lo que está bien y criticar lo que no está bien. “Cuando hay que exigir hay que hacerlo así estemos en la misma línea”, acotó el vicealcalde.

En otros sectores donde hay bastante inconformidad es en el trayecto de la vía Rodeo-Rocafuerte, porque es una vía que no se terminó por el incumplimiento de la compañía contratista Mabersa.

En esta vía se ha realizado un mejoramiento provisional, pero el temor es que con el invierno y los deslaves que se producen en esta época del año en los sitios Resbalón, Cañales y Paquisha, queden incomunicados, dijo Ramón Carreño, quien es un reconocido educador de la comunidad de Resbalón.

“Pedimos al Gobierno que nos atienda, porque nos han dicho que si se va a terminar esta vía, pero no nos dicen cuando”, recalcó.

Esta vía al igual que la Santa Ana-Poza Honda, quedaron inconclusas porque los trabajos fueron contratados con la misma compañía, con la que el gobierno debió rescindir el contrato. Ambas vías llegaron a tener un avance del 44 por ciento.

Otra vía que causa bastante malestar a los viajeros es la San Plácido-Pichincha, cuyos trabajos tampoco se concluyeron, apenas llegaron a un 64 por ciento.