La operación, denominada "Colapso" y fruto de dos años de investigaciones, ha permitido cerrar la instalación, situada en una finca en la localidad madrileña de Villanueva de Perales, donde había más de 300 kilos de cocaína listos para su distribución, según fuentes de la Dirección General de la Policía y de la Guardia Civil.
Además, en la nave estaban almacenadas 33 toneladas de productos químicos, dos millones de euros (2,67 millones de dólares) en efectivo, armas, vehículos de lujo y más de 470 teléfonos móviles.
En la operación, se han inmovilizado bienes y activos financieros por valor de 50 millones de euros (unos 66,8 millones de dólares).
Las detenciones se han practicado en la localidad madrileña de Valdemorillo y en la ciudad de Madrid.
Una de las arrestadas, a las que se ha intervenido la principal partida de cocaína, consultaba con santeros la viabilidad de algunos de sus ilícitos negocios vinculados al narcotráfico, según las fuentes.