En un encuentro vibrante y jugado a toda máquina, dos penaltis fueron decisivos para la paridad: el primero de ellos anotado por el ecuatoriano Cazares, a los 29 minutos, y el otro por el colombiano Cardona, a los 70.

La primera mitad fue de dominio de Ecuador, que sorprendió a Colombia con un planteamiento agresivo que le permitió llevar ya a los 2 minutos la primera jugada de peligro con un potente remate de tiro libre de Cazares.

En el ir y venir del balón, disputado con mucho ahínco, se pudo ver acciones de riesgo que siempre pasaron por los pies del ecuatoriano Caicedo, aunque la réplica colombiana estuvo a cargo de Castillo, quien envió elevado por muy poco un balón que había quedado suelto tras un rebote en un palo.

Hasta que a los 28 minutos un pase a las espaldas de los zagueros colombianos obligó al guardameta Mosquera a cometerle una falta al habilidoso Montaño.

El penalti cobrado por el árbitro peruano Carrillo fue ejecutado al minuto siguiente por Cazares, quien con gran calidad envió el balón hacia la izquierda del portero colombiano, que se arrojó hacia el otro lado.

Colombia buscó la réplica a los 37, con un tiro libre de Cardona que sorprendió a todos al pasar por abajo a la barrera y que obligó al portero Jaramillo a estirarse para enviarlo al tiro de esquina.

En la segunda mitad fueron los colombianos los que apretaron el acelerador, con remates muy peligrosos de Cardona, a los 52, y un cabezazo de Ortega, que estuvo muy cerca de vencer la portería ecuatoriana, a los 59.

Cuando se jugaban 70 minutos, Escobar ingresó con habilidad al área ecuatoriana y fue frenado con una falta, que también fue pitada como penalti.

Cardona fue el encargado de cobrar la pena máxima y de poner cifras definitivas a un partido que, por el gran despliegue de ambas selecciones, no mereció tener a un perdedor.