El juego de tonalidades que va desde la frialdad metálica de los plateados al romanticismo de los rosas combinado con tejidos naturales y líneas femeninas protagonizaron la Semana de la Moda de Río de Janeiro.
La firma Acquastudio fue la encargada de abrir los desfiles con una propuesta inspirada en la "fragilidad de la naturaleza humana".
La marca apostó por tejidos como la lana y una paleta de colores que mezcló los plateados y los grises.
La casa MarIa Bonita Extra buscó sus fuentes de inspiración en el mundo de la danza para crear una colección sobria e intensa, con toques de romanticismo.
Las sedas, lanas, los géneros de punto y el juego de sobreposiciones fueron las apuestas de la diseñadora Ana Magalhaes.