Para atender a los pacientes que llegan al lugar, los especialistas revelaron que deben hacer peripecias, aunque son pocos pacientes que llegan porque entre ellos se corre la voz de que en el subcentro no hay médico, ni salubridad y se van a otros lados, pues tienen que lavar los utensilios con agua de bidón comprada con sus recursos, además deben estar intercambiando las conexiones de los aparatos, porque tienen pocos interruptores,  "Cuando uno trabaja, el otro debe esperar", señaló uno de los médicos.
Según los funcionarios, desde agosto desalojaron el área por los trabajos de ampliación, y se cambiaron al patio de una casa vecina, donde atienden a los pacientes desde entonces.

 espera. La demora en la entrega del edificio de salud, ha traído problemas, pues deben lidiar con insectos y el clima, pues el local no está cerrado y entra el sol, la lluvia y el polvo, que están ocasionando que los implementos se oxiden y que hasta los medicamentos se pierdan por no estar con la custodia aconsejada para su mantenimiento.
Narcisa Delgado, comentó que además de los problemas por las instalaciones donde están, deben lidiar con la falta de médico, pues la persona designada está con permiso por embarazo y se designó a un médico rural, que no pertenece al subcentro, y al que cuando lo llaman de su dependencia debe acudir allá.
Claribel Vélez, moradora del barrio San Antonio, mencionó que llegó al subcentro por anticonceptivos, pero el médico está de vacaciones, por lo que debe ir a Bahía o Tosagua para no correr riesgos de un embarazo no planificado.
Los pacientes esperan bajo la sombra de un árbol, pero al aparecer el sol o la lluvia, se ven desprotegidos. <